domingo, 28 de febrero de 2010

EN TORNO A LA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN ASTURIAS

Recientemente la FSA-PSOE y el Presidente del Gobierno de Asturias el Sr. Areces han resucitado el viejo debate sobre la gestión de los residuos urbanos en Asturias, rescatando su sempiterna propuesta de una macroincineradora en Serín con capacidad para 450.000 toneladas.
En esta ocasión en el marco de una gira de venta de la propuesta por las diferentes agrupaciones y ayuntamientos socialistas (incluido el de Langreo) incluso han adornado el tema con un supuesto ecologismo, planteando la superioridad de la incineración frente a los vertederos, y la inevitabilidad de su construcción por el colapso en breve plazo del vertedero central.
Pese a figurar específicamente en el programa de IU la oposición a la construcción de la incineradora su oposición no se nota. El propio PSOE subrayaba que en el programa electoral de IU figuraba que la incineración de residuos no podía ser la forma principal de tratamiento de recursos pero esto no descarta su utilización de forma complementaria. Todo ello parecía apuntar a un acuerdo que, como maquillaje, reduciría su capacidad más allá de las 450.000 toneladas previstas. La realidad es aún peor. Finalmente IU se opone a la incineradora pero considera que el tema está fuera de los acuerdos de gobierno y no los vulnera, por lo que seguirá formando parte del gobierno regional, de hecho la principal vía de debate parlamentario sobre la incineradora es su coste y financiación. Son significativas las declaraciones de Rafa Palacios del BA para quien es el PSOE quien rompe el acuerdo y debería salir del Gobierno.
No está clara la justificación de la urgencia de la planta por el llenado del vertedero, porque existe la posibilidad de ampliación del vertedero en varios miles de metros, y porque la recogida de residuos en Asturias se sitúa por debajo de las cifras barajadas en los estudios que justifican su construcción.
La construcción de la incineradora es un grave hito que incrementará notablemente la contaminación en una región en la que tenemos el dudoso record del mayor número de emisiones de CO2 por habitante, una de las peores calidades del aire, e incidencias de cánceres medioambientales y enfermedades respiratorias muy por encima de la media española.
Al quemar los residuos las incineradoras distribuyen las sustancias tóxicas presentes en los mismos por aire, agua y tierra. Suponen un riesgo importante para la salud, existiendo algunos estudios que indican un aumento importante de patologías en un radio de unos 15 km. alrededor de la planta. Ante todo la contaminación atmosférica aumenta al producir gases cargados de dioxinas, furanos y metales pesados. Por otro lado no eliminan los vertederos pues precisan un vertedero especial para las escorias y cenizas de la incineradora
Debemos denunciar la situación de grave riesgo para la salud de los asturianos y movilizarnos, entre otras cosas porque la incineración no es inevitable. Existen otras fórmulas más eficientes y respetuosas con el medio ambiente para gestionar los residuos domésticos.
Ante todo hay que mejorar la eficacia de la recogida selectiva, que en Asturias es muy baja, habiendo reciclado el año pasado únicamente el 10% de los residuos domésticos, una de las tasas más pequeñas de España y Europa.
Asimismo debemos reducir los volúmenes de residuos innecesarios y producir con el resto energía y compost de calidad con metanización, que es la alternativa con menor impacto ambiental.

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